domingo, 30 de noviembre de 2014

Nuestra pasión no merece nuestra vida.

El fútbol es el deporte rey en todo el mundo. Toda la gente se siente afiliada a unos colores a pesar de que no le guste este deporte. Todos hemos llorado por un gol en el último minuto que nos dejaba fuera de una eliminatoria. Esto es sentimiento. Sentimiento de un verdadero aficionado al fútbol. Esa sensación de nerviosismo cuando estas en los aledaños de tu estadio y aun queda un par de horas para el inicio del partido. Esa ilusión al tener la oportunidad de hacerte una foto con tu jugador favorito y la satisfacción de llegar a casa ronco por haberte dejado la voz. Sobretodo los valencianistas hemos soportado unidos un largo proceso de venta, sufriendo día a día y celebrándolo el momento que vimos a Peter Lim en Mestalla. Todo esto es sentimiento hacia el fútbol y por eso afirmo sin tener que pensarlo que estoy enamorado de este deporte.

España es un país donde afortunadamente, no tenemos que ver altercados mortales diariamente como puede llegar a pasar en Argentina o Grecia entre otros muchos países. Aquí se respira fútbol en cada partido, los padres llevan a sus hijos con la bufanda al cuello de su equipo, los ancianos siguen asistiendo al equipo de sus amores, una pareja de jóvenes adolescentes se pican al ser cada uno de un equipo...

Pero días como hoy siento una tristeza mezclada con la decepción, hoy el fútbol español está de luto. Hoy ha fallecido un aficionado (afiliado a Riazor blues) a manos de un enfrentamiento con la hinchada rival, el Frente Atlético. A primera hora de la mañana, tres horas antes del partido que enfrentaban al Atlético de Madrid y al Deportivo de Coruña los movimientos 'ultras' de ambos equipos han tenido una pela con un desenlace fatal. Francisco José Romero Taboada "Jimmy" ha fallecido debido a una parada cardiorespiratoria conjunto a un traumatismo craneoencefálico. Después de la brutal paliza recibida a manos de radicales (que no merecen ser tratados como aficionados del club) fue arrojado al río Manzanares donde los servicios de emergencia madrileños le han logrado rescatar con evidentes signos de hipotermia.

Lamentablemente no es el primer caso ocurrido en los aledaños del Vicente Calderón. (Quiero volver a reseñar que estas individuos no deben ser relacionados con la afición ejemplar del Atlético de Madrid). 
En 1992 el aficionado realista Aitor Zabaleta fue apuñalado en el corazón a la salida del estadio Atlético. El fallecido estaba acompañado por su novia. La pareja pertenecía a la peña pacífica Izar. Ambos se separaron del grupo para pasear por su cuenta cuando el asesino apuñaló mortalmente a Aitor. Este asesinato marcó un antes y después en la seguridad del fútbol español.

Pero quizás, el suceso mas trágico ocurrió en el estadio de Sarriá en 1992. El niño Guillermo Alfonso Lázaro falleció por las heridas producidas por el impacto de una bengala en su pecho. El joven acudió al estadio por primera vez junto a su padre y a su hermano para ver el partido que enfrentaban al Espanyol - Cádiz. Antes de comenzar el encuentro, una bengala marina atravesó todo el campo con la mala fortuna de impactar en el crío de menos de 10 años. Su padre logró extraer a su hijo la bengala quemándose tres dedos sin poder salvar la vida del niño.

En 2003, un aficionado del Compostela falleció debido a una fuerte patada en el hígado provocándole una parada cardiorespiratoria. Este hecho lograría que el grupo ultra 'Riazor blues' sería disuelto aunque lamentablemente el mismo año el grupo ultra reaparecería.

Pero no solo hay que fijarse en estos grupos cuando hay algún fallecido. Recientemente, desconocemos los motivos, un grupo radical relacionado al Sporting de Gijón, amenazó a un directivo del club. (No publicaremos para que prevalezca su intimidad y su seguridad). La hija de este directivo, al salir de casa para ir a la escuela se encontró cuatro cruces blancas clavadas en el suelo con los nombres de cada miembro de la familia y todo esto firmado por el grupo radical.

Es frecuente encontrarse altercados diarios entre diferente grupos. Los presidentes de cada club deben erradicar este mal que asola el fútbol español. Pienso que no deben facilitar la entrada a los terrenos de juego, y tomar medidas para evitar percances con posibles finales fatales. En este caso he de felicitar al FC Barcelona y al Real Madrid. Tanto Laporta como Florentino han expulsado a los grupos radicales que frecuentaban sus estadios.

En otro lado, tacho la actitud lamentable de los presidentes y parte de los directivos de ambos equipos, tanto Atlético y Deportivo. No se puede mirar hacia otro lado cuando un ser humano ha fallecido. Según Cerezo, al ocurrir fuera del Calderón el Atlético de Madrid no tiene ninguna responsabilidad, una lavada de manos lamentable e irresponsable.
Otra actitud tachable es la que ha optado la RFEF y LaLiga. La inteligencia de algunos dirigentes da a lugar en que la RFEF cierre los domingos cuando el 50% de los partidos ocurren este día. Ni un solo responsable que tome las decisiones, ni un teléfono de contacto. La jornada debería ser suspendida por la gravedad de los sucesos y aun así no había ningún responsable que diese unas directrices a seguir.
Otro acto lamentable es LaLiga con su representante Javier Tebas. Tebas, en declaraciones a Tiempo de Juego, afirmaba que "si el fallecido fuese un aficionado normal se suspendería la jornada, al ser un radical no se merece tal merecimiento", "Tampoco veo responsable decretar un minuto de silencio por un ultra que recorre 600 km para pegarse". Bien, el señor Tebas olvida que ese radical que ha fallecido es un ser humano que deja huérfano a un niño de cuatro años. En segundo lugar, el minuto de silencio no iría dirigido a la persona fallecida, sino al deporte español que a día de hoy se puede decir que ha fallecido en el momento en el que el aficionado del Depor cae al río y es rematado cuando seis encapuchados agreden a los dos miembros de la peña atlética en Coruña. Y buscando lo que nos afecta, el señor Tebas a amenazado a Salvo con una sanción si no acata su orden de no realizar ese minuto de silencio. Salvo ya le ha comunicado que el Valencia CF SI realizará ese homenaje al fútbol español.

Pero este lamentable suceso ha tenido dos imágenes a destacar. La primera es el ambiente fúnebre en el Vicente Calderón con un silencio sepulcral que es roto por los pitidos de la verdadera afición del Atlético al Frente Atlético cuando intentaba animar a su equipo. La otra imagen ocurría en los últimos minutos de encuentro cuando un aficionado atlético intercambiaba su bufanda con otro aficionado deportivista. Este acto fue ovacionado por todo el estadio. (Esta imagen la podéis ver al inicio de este post).

En definitiva, le debemos todo a nuestro equipo pero no nuestras vidas y espero que este sea el último post que escribo hablando de un suceso terrible como el de hoy. Y espero que ni la afición del Atleti ni la del Depor queden manchadas por unos radicales que usan el fútbol como excusa para buscar un enfrentamiento.

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Artículo realizado por Raúl Arjona - @Majoraul1996
Radio Taronja, una radio hecha por y para valencianistas.


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